Cuando vi cuál era la actividad planteada para el módulo de educación a la carta, pensé que era todo un reto, pero uno al que me apetecía mucho enfrentarme. Este final de curso en mi escuela está siendo muy potente, con un alumno que se incorporó hace dos meses y que nos ha planteado múltiples retos por su situación familiar y sus necesidades específicas en muchos ámbitos, por verme obligada a formar parte del equipo directivo para el próximo curso somo jefa de estudios y reto que supone y sumado a la vorágine propia del final de curso: papeleos, evaluaciones, reuniones... Todo ello, me ha hecho estar más "crispada" de lo habitual y de nuevo me he encontrado teniendo actitudes en el aula con las que no me siento cómoda: enfadarme constantemente, no escuchar a mis alumnado, no tener en cuenta sus emociones en ciertos momentos... y eso me llena de frustración. Con los años, he aprendido que no siempre podemos ser infalibles y a perdonarme a mí misma estos momen...
En este blog voy a compartir mi camino en la búsqueda de la educadora que quiero ser a lo largo de la duración de mi máster en pedagogías alternativas y emergentes con la Universidad de Extremadura. Las reflexiones y las vivencias que me lleven a aprender y desaprender y que me hagan cada día un poco mejor persona y por lo tanto mejor maestra-guía.