Cuando entré por primera vez en un colegio tenía la cabeza llena de ideas preconcebidas de cómo debía ser un aula de segundo ciclo de infantil. Así que me dispuse a llenar "mi aula" de abecedarios, mesas por equipos, rectas numéricas... Cuando termine es primer curso, sabía menos que cuando empecé y por su puesto, muchas más dudas inundaban mi cabeza. Tenía claro lo que no me había gustado y no debía repetir pero ¿qué era lo que sí quería llevar a mi nuevo aula?. Nuevo curso, nuevo colegio, nuevo aula... curso lleno de experiencia y al finalizar... dudas, millones de dudas ¿es esto lo que quiero? Hablas con gente, realizas formaciones y... más dudas. Pero entre las dudas comienzan a surgir pequeños brotes de ideas de lo que sí quiero en "mi aula" y esos brotes van creciendo y se empiezan a mezclar con los brotes del cambio de compañeras y compañeros con los me voy cruzando. Y aquí estoy, inmersa en una búsqueda que nunca termina, pero que cada día me tiene más ...
Y va llegando el final... Aunque todavía queda todo el proceso de realización y defensa del trabajo fin de máster, con el módulo de investigación educativa y transformadora se termina la parte más "teórica", no obstante, de teórico a tenido poco, porque todas las actividades planteadas han sido muy prácticas y útiles. Este módulo era uno de los que más "pereza" me daba, puesto que lo imaginaba lleno de teoría y paradigmas de investigación complejos que nunca aplicaría en vida profesional. Pero no, estaba muy equivocada. Este módulo ha estado lleno de descubrimientos y de una nueva manera de enfocar la investigación educativa, llena de compromiso y activismo social. Os dejo el artículo que he redactado sobre la investigación educativa militante, que puede tener y seguramente tendrá algunos errores, pero creo que puede servir para hacerse una idea general de en qué consiste este tipo de investigación. ¡¡Espero que os guste!...